Kinesio-Integral.

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domingo, 1 de diciembre de 2013

Masajes: una rutina que alarga la vida profesional del deportista



La aplicación de masajes antes y después de cada competición se ha convertido en una rutina entre los deportistas de elite. De este modo se consigue calentar adecuadamente el músculo antes del esfuerzo y acelerar la recuperación con vistas a la siguiente cita. Estas técnicas manuales también ayudan enormemente en el tratamiento de lesiones menores, como el esguince de tobillo leve.
Desde que a finales del siglo XIX empezara a ser utilizado de un modo científico en un instituto ruso, el masaje se ha ido incorporando progresivamente a la práctica deportiva, de modo que hoy en día es difícil encontrar a un atleta profesional que no se beneficie de sus efectos. Estas técnicas manuales han pasado a formar parte del ritual que todo deportista lleva a cabo antes de la competición y su fin es calentar la musculatura que va a utilizar.

Como indica Javier Vázquez Gallego, jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital Xeral de Lugo, que ha participado en las jornadas de Expomasaje, celebradas en Madrid, "es fundamental que el músculo esté caliente y elástico, y funcionen bien en él tanto la circulación de entrada (arterial) como las dos de salida: venosa y linfática. Estas últimas arrastran todos los productos de desecho que quema el músculo durante la competición". El masaje ha de durar al menos diez minutos y es importante que, una vez que el músculo esté preparado y los tendones y ligamentos tengan elasticidad, el deportista empiece a competir en los diez minutos siguientes.

Tras la competición se vuelve a aplicar un masaje de restauración, más suave, con el fin de que el músculo recupere rápidamente su tono y el deportista pueda volver a entrenar o competir tras su día de descanso. "Este masaje tiene otra ventaja, ya que evita muchas pequeñas lesiones musculares. El músculo se fatiga menos y está demostrado que el deportista rinde más y tiene una vida deportiva más larga si recibe de forma rutinaria un buen masaje de restauración".

Para todos los públicos

Ya no sólo son los deportistas de alto nivel los que se aprovechan de las bondades del masaje, sino que también aficionados y atletas ocasionales se benefician de él. “En el caso del fútbol, los equipos de elite cuentan con 5 ó 6 masajistas para ir calentando a todos los jugadores que van a saltar al terreno de juego. En clubes más modestos que no cuenta con suficiente número e fisioterapeutas, son los propios jugadores los que se dan masajes unos a otros o bien se los aplican ellos mismos. En baloncesto, aunque sólo son cinco los jugadores que intervienen, precisan más tiempo de masaje al ser deportistas mucho más voluminosos. Además, si en el fútbol se calienta solamente el tren inferior, en el baloncesto hombros y brazos han de ponerse también a tono”.

El experto ha comentado también la aplicación de técnicas de masaje en el tratamiento de pequeñas lesiones musculares y ligamentosas. En los esguinces de tobillo leves o de grado I se tiende a hacer un tratamiento funcional, en el que es conveniente que el deportista reciba masajes dos veces al día.

"Se aplica una modalidad conocida como masaje de 'Ciriax', consistente en una fricción profunda que disminuye el dolor y mejora la movilidad rápidamente. La sesión se completa con un masaje de drenaje linfático, que ayuda a eliminar el linfedema residual que ha ocasionado la lesión, y un masaje elastificante, tanto de los músculos de la zona como de las estructuras que rodean a las articulaciones”, detalla Vázquez. “Con estas técnicas se consigue acelerar la recuperación del deportista, aunque no hay que olvidar estar dos o tres días de reposo y evitar la carga con muletas".